Libro: Pelos Cósmicos

noviembre 03, 2016



Por LILIANA MORALES


Desde muy pequeña he sido una amante fiel de los animales, especialmente de los perros y aunque tuve un sin número de animales en casa, era una época en dónde no pasaban de ser lindas y tiernas mascotas, con las que jugaba, alimentaba, paseaba y quizás presumía, yo no superaba los 10 años y aún no descubría uno de los sentimientos más puros asociados a los afectos, no conocía lo que era el verdadero amor. Por fortuna hace tres años y medio la vida y el destino decidió que ella y yo debíamos encontrarnos, debíamos mirarnos a los ojos y prometernos amor eterno y definitivo, que seríamos compañeras de vida incondicionales, que creceríamos y aprenderíamos juntas, pero sobre todo que construiríamos ese vinculo tan inquebrantable como el de una madre y su bebe, que no necesita de ningún idioma, de ninguna palabra, de ningún gesto, solo basta con sostener la mirada para declarar el más tierno, leal e infinito amor.


Muchos piensan que es patético cuando alguien se expresa de una manera tan vehemente con la que yo me refiero a esos seres cuadrúpedos, peludos y babosos, que hacen parte de mi familia es porque no han tenido la oportunidad de despertar y transformar esa parte del alma que no sabe de razón sino solo de intuición. Siempre he pensado que un animal llega a nuestra vida, cuando más lo necesitamos, que no se debe a una simple casualidad, ellos aparecen como nuestros guardianes, que vienen como guías de luz encarnados con el propósito de velar por nuestra seguridad no solo en un plano físico, sino espiritual y emocional. Y es precisamente la razón de este libro, porque me pasó a mi, me encontré en la calle con una alma abandonada, carente de amor, carente de mi; quizás también te ha pasado a ti, haz tenido la fortuna de vivir esa increíble experiencia de compartir tus días con un animal, de tratar con sus ojos, sus miradas, de ser complice de sus comportamientos, de su carácter, de su lealtad y de ese amor ilimitado y categórico que profesan sin mas.  Estoy segura que tanto tu como yo, constantemente hemos escuchado que los animales no tienen alma pero tengo perros en casa y compartir mis días, mis triunfos, mis aventuras y mis derrotas con ellos me han hecho refutar de forma rotunda tan absurda certidumbre popular, porque todo aquel que haya tenido la idílica experiencia de compartir su vida con un animal, sabrá de lo que estoy hablando. Y es así que recurro a asuntos cósmicos del más allá por medio de este libro, para justificar que actos y compañías tan generosas y desinteresadas solo pueden descender de espíritus celestiales, dotados de una forma de conciencia más evolucionada que logró trascender en nuestra realidad para ayudarnos a avanzar.


Entonces es aquí dónde a través de una recopilación y adaptación de diversos textos, teorías y creencias que han sido difundidos en diferentes medios, podremos ver la realidad de un modo más amplio, abriendo nuestra mente a un conocimiento insólito y a esas extraordinarias experiencias que nos cuentan algunas personas, que nos harán entender las cosas de forma diferente, de una forma más atenta hacia los sentimientos de esos seres increíbles de luz procedentes de estrellas lejanas.



You Might Also Like

0 comments

Like us on Facebook

Seguidores